[Crítica] ¿Es Gotye algo más que Somebody that I used to know?

sábado, 5 de mayo de 2012 - Publicado por Marina Rigby en 18:46

Gotye

Gotye. Somebody that I used to know. Sí. Somebody that I used to know. Ese chavalito de pelo rizado que se mimetiza con el fondo a base de bodypaint en un vídeo que en Youtube tiene la friolera de 193 millones de visitas. La primera vez que escuché la canción sentí curiosidad e intenté escuchar algo más, pero realmente no me atrapó, así que lo dejé ahí.

Pero una “descontextualizada” versión de Glee y cerca de mil enlaces después, todavía no odiaba la canción, así que me decidí a darle una oportunidad real y escuché Making Mirrors (2011), álbum que contiene el éxito internacional. Fue toda una experiencia.


Wally De Backer, Gotye, es la definición de indie. El disco es una amalgama de estilos, que a veces recuerdan a shoegazing y otras a rock, con grandes puntos soul, y todo lo que cuando se busca se puede llegar a encontrar en Somebody that I used to know. Aún así, la canción no define al álbum, ni mucho menos.


El disco está bien construido, eso hay que reconocerlo. Pasando la etérea introducción del tema Making Mirrors a algo más rock en las siguientes canciones, pero sin abandonar en ningún momento el sintetizador. El sonido es muy electrónico durante la primera mitad de álbum, que pasa rápida, hasta que llegamos a Somebody… (¡Oh! ¡Aquí está!), cuando baja el ritmo. Como una montaña rusa, subiendo y bajando de ritmos. Yo al menos llegué a Smoke and mirrors (este chico tiene un problema con los espejos) empezando a cansarme de disco.


Y en este momento llegó I feel better. Soul. Sí, sí, soul. Totalmente inesperado, y en principio fuera de contexto (cuando se le da una segunda vuelta al álbum encaja mejor), que te vuelve a enganchar y te arrastra. Fácilmente destacaría esta canción como la mejor del álbum, o al menos la más escuchable, obviando… en fin.


Pero no queda ahí. Cuando todavía estamos sorprendidos por el ritmo de In the light, llega State of the art. No pude evitar imaginarme esta canción sonando en Radio 3, porque encajaría a la perfección. Ayuda mucho este vídeo que la acompaña, que es simplemente fascinante. State of the art es quizá la canción más atrevida del álbum, muy conceptual, la que más define el álbum, y la que la diferencia y le da un nuevo radio de acción. Con esta canción, y las que le siguen, queda clara la forma que tiene Gotye de hacer música. Experimental, buscando algo más que el mero sonido claro. Diciendo "Aquí hay más". El qué más, es cosa de cada cual averiguarlo.


Como broche final, Save me. El disco queda perfectamente estructurado. La conclusión es una mezcla de todo lo anterior. Es melódico, en tonos planos, pero capta la esencia de las primeras canciones, el soul de las de la parte media y el tono oscuro de las finales, además de conseguir sacarnos de la penumbra de esas últimas tres canciones.


Cuando al terminar el disco volvió a empezar a reproducirse por la primera canción otra vez no lo paré. Sabiendo lo que me iba a encontrar lo pude disfrutar aún más. Creo que lo escuché unas cinco veces seguidas sólo ayer. Es un disco muy interesante, si bien no para todo el mundo. Un tanto más independiente que Florence + The Machine y The Black Keys pero bastante menos que M83 o Lykke Li.

¿Es Gotye algo más que Somebody that I used to know?

Mi opinión quedó definida bastante antes de que Making Mirrors se acabase, y eso que no tenía claro que iba a encontrarme. ¿Hay algo más detrás de Gotye que un éxito que está de moda durante unos meses? Sí. Lo hay, pero sólo para aquellos que estén dispuestos a pasar y escuchar. Somebody that I used to know es fácil de escuchar, es pegadiza, y Kimbra le hace un gran favor a la canción, pero en un principio Making Mirrors no es esa canción.


Recientemente De Baker ha dicho que quiere que su próximo álbum sea más folk. Se nota que la experimentación no es algo que asuste a este chico. Veremos a ver como sale otra vez, y si sabe sobrevivir al éxito de una canción, algo que no muchos saben hacer.